Marcial es un hombre de campo sencillo, con una familia normal y una vida corriente, excepto por un pequeño detalle: su hija pequeña, María, de seis años, es autista. Pero esta enfermedad en realidad no supone un problema demasiado grande para la familia de Marcial. A pesar de la humildad en la que viven, María tiene una vida aparentemente feliz. Pero todo cambia el día que la niña autista desaparece y los medios de comunicación invaden la pacífica villa donde vive la familia. El misterio de la desaparición de la niña y las sombras que los periodistas esparcen sobre la actitud del padre convierten en un infierno aún más profundo la angustia en que vive la familia.